El 4 de junio, el presidente Joe Biden firmó una orden ejecutiva que restringe el asilo en la frontera sur de Estados Unidos con México. La medida cierra temporalmente las solicitudes de asilo cuando los encuentros diarios superan los 2,500 en los puertos de entrada oficiales.
Médicos Sin Fronteras (MSF) ha expresado una profunda preocupación por los impactos devastadores que esta orden tendrá en la salud física y mental de los migrantes. Según MSF, las políticas de migración rígidas han atrapado a personas vulnerables en condiciones inhumanas en la frontera.
Avril Benoît, directora ejecutiva de MSF Estados Unidos, declaró que la decisión de Biden es una traición a su promesa de un sistema de inmigración justo y humano. Benoît afirmó que esta medida expone a las familias a peligros significativos en ciudades inseguras de México.
Impacto en la salud de los migrantes
“Cerrar arbitrariamente el asilo en la frontera sur de Estados Unidos sólo exacerbará las necesidades humanitarias y expondrá a quienes buscan seguridad a la inseguridad a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México y en otros lugares de la ruta migratoria”, expresó Benoît.
Los equipos de MSF en la frontera han observado un aumento en los casos de secuestros, ataques y violencia sexual. Los migrantes buscan seguridad y mejores oportunidades, pero las políticas actuales solo aumentan sus necesidades humanitarias.
En lugar de bloquear el asilo, MSF sugiere que la administración Biden debería mejorar el procesamiento de asilo en la frontera, dotándolo de recursos adecuados para una mayor eficiencia y equidad.