En un Consejo de Seguridad celebrado en Popayán, el presidente Gustavo Petro ordenó que no habrá cese al fuego ni diálogo con el Estado Mayor Central (EMC) en el suroccidente del país mientras no se desmonten sus economías ilícitas. Esta decisión se tomó en presencia del ministro de Defensa, Iván Velásquez; la cúpula militar y de Policía; los alcaldes del Cauca; el gobernador Octavio Guzmán y miembros de la administración departamental.
Recompensa y aumento de fuerza
El ministro Velásquez anunció una recompensa de $500 millones por información que permita la captura de los cabecillas del frente ‘Jaime Martínez’ de las disidencias. Además, el departamento contará con un incremento de 200 policías y 300 efectivos del Ejército para reforzar la seguridad en los municipios, y se fortalecerán los grupos Gaula en la zona.
El presidente ordenó afectar las finanzas del EMC en actividades como el narcotráfico y la minería ilegal. La Fuerza Pública recibió instrucciones para aumentar las capacidades en operaciones y mantener un seguimiento estricto de los resultados.
Con la coordinación del Departamento Nacional de Planeación y otros ministerios, se desarrollarán proyectos de infraestructura en el Cauca, incluyendo puestos de salud, centros escolares y vías. Se trabajará especialmente en las áreas del cañón de Micay y Argelia en la sustitución de más de 15 mil hectáreas sembradas con coca.
El recorrido del presidente Petro por Morales incluyó una inspección a la estación de Policía del municipio tras el ataque del EMC y la condecoración de 37 miembros de la Policía con la medalla al Valor Actos Heroicos del Servicio.