La tranquilidad matutina de Baltimore se vio abruptamente interrumpida tras el colapso del icónico Puente Francis Scott Key, más conocido como el Puente Key, debido al impacto de un barco.
Este suceso ha generado una crisis en la movilidad urbana, obligando a las autoridades a redirigir el tráfico pesado y regular a través de las rutas alternativas de los túneles I-95 y I-895.
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ha declarado la movilización de todos los recursos federales necesarios para asistir en las labores de búsqueda, rescate y respuesta ante este incidente.
La Maryland Transportation Authority (MDTA) ha expresado su solidaridad con los afectados, anunciando la suspensión temporal del tráfico de barcos hacia y desde el Puerto de Baltimore, aunque mantiene operativas las terminales marítimas para el tráfico de camiones.
El gobernador de Maryland, Wes Moore, ha establecido un estado de emergencia, coordinando esfuerzos con diversas agencias federales y locales para enfrentar la emergencia.
La situación ha provocado cierres en secciones críticas de la I-695, afectando significativamente la circulación en la región.
Las restricciones de tráfico, especialmente para vehículos de gran tamaño y aquellos que transportan materiales peligrosos, complican aún más el panorama.
Mientras Baltimore enfrenta este desafío, la comunidad se une en oración y acción para superar las consecuencias de este trágico evento.
