En su intervención en la 79ª Asamblea General de la ONU, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, realizó fuertes críticas hacia la situación actual de la libertad a nivel mundial. Bukele destacó que, mientras El Salvador avanza en seguridad y bienestar, el resto del mundo parece estar cayendo en una espiral de hostilidad y falta de esperanza.
“El mundo libre ya no lo es”, afirmó Bukele, refiriéndose a la creciente inseguridad en países desarrollados, donde las tiendas deben cerrar con llave y las pandillas controlan las calles.
Señaló que El Salvador ha logrado una transformación radical, pasando de ser “la capital del crimen” a un país en pleno renacimiento, donde la seguridad ha permitido el retorno del turismo internacional y la tranquilidad de los ciudadanos.
La libertad se toma
Según Bukele, el éxito salvadoreño radica en haber tomado el destino en sus propias manos, dejando atrás la ingenuidad de esperar que otros países intervinieran por bondad. En su discurso, expresó que el país ahora es un refugio de libertad, donde los derechos de los ciudadanos honestos prevalecen sobre los delincuentes.
El presidente también enfatizó que, aunque se critique a El Salvador por encarcelar a miles, en realidad se han liberado a millones, respetando sus derechos. Concluyó su discurso alentando a las naciones a aprender unas de otras, más allá de las ideologías, y a luchar por mantener la libertad y la prosperidad para todos.