Las elecciones presidenciales de Venezuela de 2024 han sido objeto de escrutinio por parte de un panel de expertos de la ONU, en un contexto marcado por la falta de transparencia en la gestión de los resultados. La historia electoral de Venezuela ha visto momentos críticos, como en 2018, cuando la participación fue de apenas el 45.74%, y ahora, con un aumento significativo al 59.97%, las dudas persisten sobre la credibilidad del proceso.
“El proceso de gestión de resultados del CNE no cumplió con las medidas básicas de transparencia e integridad esenciales para celebrar elecciones creíbles,” afirmó el panel en su informe preliminar. Los expertos señalaron que la transmisión electrónica de resultados, aunque inicialmente funcionó bien, fue abruptamente interrumpida sin explicación, generando desconfianza entre los electores.
Interrupción de la transmisión de resultados
El Consejo Nacional Electoral (CNE) posteriormente alegó un ciberataque terrorista como causa del retraso en la tabulación, pero canceló tres auditorías claves que podrían haber arrojado luz sobre el incidente. Además, la falta de publicación de los resultados desglosados por mesa electoral, como lo estipula la ley, ha profundizado las sospechas.
El presidente Maduro presentó una queja ante el Tribunal Supremo de Justicia el 31 de julio, solicitando una revisión del proceso. A pesar de la cooperación inicial del CNE con el panel de la ONU, después del cierre de las urnas el 28 de julio, el panel no pudo reunirse con la junta directiva del CNE antes de su partida, lo que limitó su capacidad para evaluar el proceso en su totalidad. Las recomendaciones del panel para mejorar la transparencia y la confianza en el proceso electoral serán clave para futuros comicios en el país.