En un movimiento sin precedentes, el exsecretario del Tesoro de los Estados Unidos, Steven Mnuchin, ha anunciado su intención de formar un grupo de inversionistas para adquirir la popular aplicación de videos cortos, TikTok. Este esfuerzo busca evitar que la tecnología y los datos de los usuarios estadounidenses caigan bajo control chino, abordando así preocupaciones de largo plazo sobre seguridad nacional y privacidad de datos.

Durante su gestión, Mnuchin jugó un papel clave en el escrutinio de las inversiones extranjeras en EE.UU., especialmente aquellas que podrían comprometer la seguridad nacional. Ahora, afirma que el conocimiento y la experiencia adquiridos en ese periodo le permiten entender la importancia de mantener TikTok bajo la esfera de influencia estadounidense. Según Mnuchin, la aplicación no solo representa un activo tecnológico valioso, sino que también es crucial para mantener un entorno competitivo frente a gigantes tecnológicos como Facebook y Google.

La propuesta de Mnuchin surge en un momento crítico, en el que las tensiones entre EE.UU. y China en el ámbito tecnológico están en su punto más alto. La posible adquisición de TikTok por parte de un consorcio estadounidense se presenta como una solución pragmática que podría aliviar las preocupaciones de seguridad sin comprometer la popularidad y funcionalidad de la app.

Sin embargo, la operación plantea desafíos significativos, entre ellos, la complejidad técnica de separar la infraestructura de datos de la app de sus operaciones en China y reconstruirla bajo estándares estadounidenses. A pesar de estos obstáculos, Mnuchin se muestra optimista y confía en la viabilidad de su plan.

Este anuncio podría marcar un punto de inflexión en la gestión de la seguridad cibernética y la influencia tecnológica a nivel global, poniendo de relieve la creciente importancia de la soberanía digital en las relaciones internacionales y la economía del siglo XXI.