Un informe de la ONU revela que 720,000 personas en América viven desplazadas debido a desastres. En 2022, el continente registró 2.6 millones de desplazamientos internos, con Brasil y Estados Unidos representando dos tercios de la población desarraigada por siniestros. En 2023, el número de desplazados a nivel mundial alcanzó un récord de 75.9 millones, destacando la urgencia de proteger a esta población y prevenir futuros desplazamientos.
El Centro de Monitoreo del Desplazamiento Interno y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) señalan que los desastres fueron responsables del 56% de los 47 millones de nuevos desplazamientos en 2023. En América, las tormentas y las inundaciones causaron la mayoría de los desplazamientos. Estados Unidos registró tres cuartas partes de los 720,000 desplazados en la región.
Desastres y violencia
La violencia y los conflictos también generaron desplazamientos masivos, con Sudán y la Franja de Gaza siendo las zonas más afectadas. En Colombia, los conflictos y la violencia resultaron en 533,000 desplazamientos internos, con el país representando la mayor parte del total en la región. Haití y México también contribuyeron al número de desplazados debido a la violencia relacionada con la delincuencia.
La directora general adjunta de la OIM, Ugochi Daniels, enfatizó la necesidad urgente de expandir los planes de reducción de riesgos de desastres y consolidar la paz para prevenir más desplazamientos. A medida que el cambio climático intensifica los desastres naturales, se espera que la cifra de desplazados aumente en los próximos años.
Recomendaciones para América
El informe destaca la necesidad de un seguimiento continuo de los desplazamientos por desastres y de datos sobre el desplazamiento prolongado. Se recomienda que los países implementen políticas de protección y apoyo a las poblaciones desplazadas, así como medidas preventivas para minimizar los desplazamientos futuros.
En 2023, el número de desplazados internos en América aumentó a 6.7 millones, subrayando la urgencia de abordar las causas subyacentes del desplazamiento y proteger a las comunidades vulnerables. La OIM y otros organismos internacionales continuarán trabajando para mitigar los efectos de los desastres y la violencia en la región.