El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha destacado los logros significativos en la mejora de la seguridad del país, reduciendo la tasa de homicidios a niveles históricamente bajos.
Bukele explicó que el país, que solía ser uno de los más peligrosos del mundo, ha logrado ser más seguro que Estados Unidos y varios países de América Latina, sin la ayuda externa. La administración de Bukele ha enfrentado críticas internacionales, pero ha mantenido su compromiso de asegurar la paz y el orden en El Salvador.
El presidente subrayó la importancia de la fe en su gobierno, afirmando que buscar la sabiduría de Dios ha sido crucial para enfrentar los desafíos del país, incluyendo la lucha contra las pandillas como MS-13, que él describió como una organización que ha adoptado prácticas satánicas.
La lucha contra el crimen
La MS-13, una de las pandillas más violentas de la región, ha sido objeto de una represión contundente por parte del gobierno de Bukele. La organización ha sido acusada de realizar rituales satánicos y cometer asesinatos rituales, lo que ha sido documentado por las autoridades.
El presidente también expresó su preocupación por la decadencia de las sociedades occidentales, señalando la necesidad de un liderazgo fuerte para mantener los sistemas democráticos y evitar el declive. Bukele enfatizó que la falta de mantenimiento adecuado de estos sistemas ha llevado a una erosión de la civilización occidental.
Finalmente, Bukele ofreció un consejo a líderes democráticos como Donald Trump, sugiriendo que los ataques contra un candidato en busca de reelección pueden aumentar su apoyo popular. Esta observación se basa en su propia experiencia enfrentando oposición política y manteniendo su liderazgo.