La Corte Suprema de Estados Unidos ha tomado una decisión crucial al extender de forma indefinida el bloqueo a la ley SB4 de Texas, conocida por sus medidas antiinmigrantes, bajo la gestión del juez Samuel Alito. Originalmente, esta ley permitiría a las autoridades texanas detener y penalizar con mayor severidad a los inmigrantes que cruzan ilegalmente la frontera sur. Sin embargo, la intervención de la Corte Suprema mantiene la suspensión que estaba por vencer el 18 de marzo.
La ley SB4, promovida por el gobernador Greg Abbott, buscaba calificar la entrada irregular en el estado como delito penal estatal, además de las ya existentes sanciones federales. También contemplaba la posibilidad de que jueces estatales ordenaran la deportación de inmigrantes, una medida que ha generado controversia tanto en Estados Unidos como en México, el último denunciando la ley como “antiinmigrante” y prometiendo rechazar cualquier deportación forzada.
El Departamento de Justicia de EE. UU. ha argumentado que la SB4 invade la jurisdicción federal sobre asuntos migratorios y amenaza las relaciones diplomáticas con México. En febrero, un juez federal respaldó la posición de la administración Biden, calificando la ley de inconstitucional, aunque esta decisión fue temporalmente revocada por el Tribunal de Apelaciones del 5º Circuito, hasta la reciente intervención del juez Alito por razones procedimentales.
El gobernador Abbott defiende la SB4 como esencial para la seguridad fronteriza y critica la gestión federal de la inmigración, mientras Texas continúa implementando sus propias políticas migratorias. La decisión de la Corte Suprema es un punto de inflexión en el debate sobre la jurisdicción y la humanidad en la política migratoria de EE. UU., manteniendo por ahora el status quo legal.