El presidente Joe Biden presentó un plan para otorgar estatus legal a migrantes indocumentados casados con ciudadanos estadounidenses. La medida busca mantener unidas a las familias y permitir que más jóvenes contribuyan a la economía del país.
Para ser elegibles, los migrantes deben haber vivido en Estados Unidos por más de diez años y estar legalmente casados con un ciudadano estadounidense. Los beneficiarios tendrán un plazo de tres años para solicitar la residencia permanente sin necesidad de salir del país.
Esta iniciativa también simplifica los trámites para que los cónyuges y niños no ciudadanos de estadounidenses obtengan la residencia. Además, facilita visados de trabajo para jóvenes beneficiarios del programa DACA, conocidos como “dreamers”.
El anuncio se produce en el contexto de la campaña de reelección de Biden, enfrentando oposición tanto de republicanos como de algunos demócratas. La administración destaca que estas medidas contrastan con las políticas migratorias más restrictivas del expresidente Donald Trump.
Impacto económico y social
El plan beneficiará a aproximadamente 500,000 cónyuges y 50,000 niños menores de 21 años. También se espera que los jóvenes “dreamers” con educación superior y ofertas laborales en Estados Unidos puedan acceder a visados de trabajo más rápidamente.
En el ámbito político, Biden busca consolidar el apoyo del electorado latino en estados clave para las elecciones. Sin embargo, se anticipan desafíos legales y políticos, dado el historial de oposición a políticas migratorias similares.