En las elecciones presidenciales de 2024 en Estados Unidos, siete estados juegan un papel crucial en determinar quién será el próximo presidente. Estos estados, conocidos como “swing states”, son aquellos donde la competencia entre los candidatos es muy reñida, y los márgenes de victoria suelen ser estrechos.

Pensilvania es considerado el estado más decisivo, con 19 votos electorales en juego. Le siguen Georgia y Carolina del Norte, con 16 votos cada uno, donde ambos partidos buscan asegurar el apoyo de votantes diversos. Michigan, con 15 votos, es otro campo de batalla crucial, especialmente debido a la fluctuación en el apoyo demócrata.

Arizona, Wisconsin y Nevada, con menos votos electorales, también son importantes. Arizona ha visto cambios significativos en las últimas elecciones, y su resultado podría ser clave para ambos candidatos. En Wisconsin, con 10 votos, y Nevada, con 6, los márgenes también podrían ser estrechos y decisivos.

Impacto de los swing states en la elección

Estos siete estados no solo cuentan con un alto número de votos electorales, sino que su resultado refleja tendencias políticas más amplias en el país. Los candidatos están invirtiendo recursos y tiempo en ganar estos territorios. En muchos casos, el voto anticipado ya ha comenzado, y los esfuerzos de movilización de los partidos podrían influir en el resultado final.

A dos semanas de las elecciones, la lucha por ganar estos estados sigue siendo intensa. Ambos candidatos saben que su victoria depende en gran medida de lo que ocurra en estos territorios clave.

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